¿Qué es un remaster de una canción y por qué a veces es solo un truco de marketing?
En la era de la nostalgia, los remaster de canciones o discos antiguos son cada vez más frecuentes.
¡Muy buenas! Si llevas leyendo esta newsletter un tiempo te habrás dado cuenta de que he tratado el tema de la nostalgia varias veces. Como diría Troy McLure, tal vez me recuerden por artículos como:
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Siguiendo con el hilo nostálgico, hoy quiero hablar sobre los remaster de discos o canciones. Se llevan haciendo muchos años como herramienta para volver a publicar un disco antiguo pero con un “sonido mejor”, y seguro que te has fijado que cada vez aparecen más por Spotify y resto de plataformas de streaming tal que así:
Últimamente llevo viendo que no solo leyendas de la música como las que aparecen en la captura de arriba se animan a sacar remasters. ¿Te has preguntado alguna vez qué significa que una canción se remasterice? ¿Qué proceso hay detrás? ¿Hacen realmente algo o es solo una engañifa para volver a sacarnos los cuartos?
Vamos a verlo.
¿Qué es el mastering?
Antes de hablar de remaster, es importante saber qué es el mastering de un disco o canción.
El mastering es el proceso final de pulido y optimización de una canción o álbum antes de su distribución, sea en formato físico o digital. Es como la guinda del pastel, el pespunte que eleva la calidad del sonido y asegura que suene de manera consistente y profesional en todos los dispositivos y sistemas de reproducción. La idea detrás de esto es que no solo suene bien en el equipo de alta fidelidad del estudio donde se grabó o se mezcló, sino que suene todo adecuadamente tanto en el altavoz de un móvil, como en un coche, una radio o en unos auriculares de Renfe.
¿En qué consiste el proceso de mastering?
El proceso de mastering consta de varias etapas. Por no enrollarme, en el mastering de un disco es cuando se ordenan todas las pistas, se comprueba que no hay ningún error técnico de sonido, se ecualiza globalmente (se tocan las frecuencias altas, medias o graves), se comprime para que suene más potente, se limita para que no haya muchas diferencias de volumen, se mejora la sensación de estéreo, se aplican procesos como el dithering (reducción de distorsiones al comprimir archivos a menos calidad) y se mira si hay que incluir espacio entre canción y canción, que las transiciones sean fluidas, etc.
Si se hace bien, asegura que todas las canciones de un disco tengan consistencia y coherencia entre sí. Imagina que una canción suena mucho más fuerte que otra en un álbum, o mucho más grave que otra. Sería cutre, ¿no?
El mastering es un proceso complejo que requiere experiencia, conocimientos técnicos y un oído entrenado. Lo mejor es que lo realice un ingeniero de mastering profesional, que cuente con el equipo adecuado y un entorno de escucha de alta calidad. Hay ingenieros y estudios que solo se dedican a masterizar, así que es un proceso muy importante y a veces marca la diferencia entre un disco que suena bien o muy mal. Ejemplo celebre: Death Magnetic de Metallica, que literalmente sonó a culo porque el ingeniero de mastering dice que recibió una mezcla a un volumen atroz y él decidió darle todavía más volumen.
Gracias a aquel álbum se empezó a hablar de loudness war o guerra del volumen, que sigue existiendo a día de hoy y consiste en mezclar y masterizar a unos niveles cada vez más altos. Si suena fuerte, la gente asocia a que suena bien aunque sea todo lo contrario. Hay memes que explican muy bien este problema. Fijaos en la anchura del “chorizo” de arriba (1991) frente al de la pista de abajo (2011):
La pista de abajo va a sonar más fuerte que la de arriba, pero no se va a distinguir nada. Es como cuando intentas ampliar una foto más grande. Llega un momento en el que se distorsiona y no se ve bien, ¿verdad? Pues en el sonido pasa lo mismo con la compresión y masterización. Si te pasas de rosca, más que sonido acaba siendo ruido.
Entonces, ¿qué es el remastering?
El remastering es el proceso de tomar una grabación de audio ya masterizada y mejorarla mediante diversas técnicas. No se trata de remezclar la canción desde cero, porque eso sería un remix o remezcla, sino de trabajar con la mezcla final estéreo para optimizarla y adaptarla a los estándares actuales o a un propósito específico.
El proceso de remastering puede variar dependiendo de los objetivos y del material original, pero generalmente incluye pasos como transferencia y restauración (si se grabó en cinta hay que pasar eso a un formato digital, corregir errores, etc.), ecualización (adaptarla a los nuevos tiempos), compresión y limitación y, en definitiva, como es volver a hacer un master, se pueden volver a repetir los pasos que te he contado más arriba, pero con las herramientas y tecnología actual, que eso suele marcar bastante la diferencia.
Los artistas a veces deciden hacer un remaster porque, pasado el tiempo, no quedaron contentos con el sonido final, o simplemente porque para adaptarse a la era del streaming y la manera de escuchar música de ahora, hay que ajustar cosas. A las discográficas esto les encanta porque suelen preparar relanzamientos para volver a hacer que, por ejemplo, el fan de Queen o de The Beatles vuelva a gastarse dinero por un mismo disco por decimocuarta vez.
No todos los remasters son remasters
A menudo lo único que hay de remaster en una canción es la etiqueta del título y que le han dado varios decibelios de ganancia más. Ya está.
Donde más se suele notar que sí ha habido un profundo trabajo detrás es cuando se trata de un remix y de un remaster, las dos cosas, pero también me he topado con discos solo remasterizados que sí logran que el material original suene más como ahora. Uno de mis discos favoritos, Crimson Thunder de Hammerfall, es del 2003 y el año pasado se remasterizó para celebrar los 20 años de su lanzamiento. Vaya que si lo noté. Si tienes curiosidad, puedes comparar la canción “Hearts On Fire” original frente a la remasterizada. Esta última suena mucho más potente y redonda.
¿Otro ejemplo con una música un poquito menos dura? “Every Breath You Take” de The Police original:
La remasterizada:
Seguramente hayas tenido que bajar el volumen con la remasterizada. Y eso ya es indicativo de que al menos han tocado algo, pero en este caso también se nota una ecualización más redondeada y un estéreo más amplio.
Espero que si ahora te sale en el Trivial una pregunta sobre el mastering o el remastering no arquees las cejas y te acuerdes de esto. ¿Te ha parecido interesante?
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Y hasta aquí la entrega de hoy. Esta semana que entra estaré yendo al Mad Cool a ve ra Pearl Jam, Dua Lipa y cía, y la siguiente andaré desconectado, así que no creo que me dé tiempo a escribir hasta dentro de un par de semanas.
Nos vemos a la vuelta.