Fui a ver a Yann Tiersen y no tocó nada de Amélie. ¿Es una buena decisión?
El compositor francés no toca en sus conciertos nada de la banda sonora que le dio la fama.
¡Hola! El otro día fui al concierto de Yann Tiersen en Madrid. La sala se llenó para ver en directo a este artista que saltó a la fama por componer la banda sonora de Amélie. Pues bien, Yann decidió no tocar nada de la música de la película. Yo lo asumía porque le llevo siguiendo la pista un tiempo, pero imagínate cuál fue el principal comentario que se escuchó entre la gente al acabar la actuación. Y de eso vamos a hablar hoy.
Por qué Yann Tiersen reniega de Amélie
El nombre de Yann Tiersen lleva asociado a Amélie y a París desde que se estrenó la película en 2001. Seguramente conozcas su pieza más famosa, “Comptine d'un autre été, l'après-midi”:
Y para asegurarme de que sabes de lo que hablo, ahí va su siguiente canción más famosa y que se ha convertido de facto en la banda sonora de París, “La valse d’Amélie”, con esa melodía de acordeón tan característica:
¿Nos ubicamos? Bien. La banda sonora de Amélie le dio la fama, un Premio César (el equivalente a los Goya de Francia), una nominación a los BAFTA (los Oscar ingleses) y seguramente una cantidad más que razonable de ingresos pasivos desde entonces.
La cosa es que Yann Tiersen se arrepiente de haber compuesto esta BSO. “Tuvo más un impacto negativo que positivo en mí”, confiesa en una entrevista. “Si me pidieran que lo hiciera de nuevo, diría que no”.
Pero, ¿por qué? Él mismo lo resume muy bien: “El folclore parisino y “lo francés” de la película estaban muy lejos de mi música”. Y sigue: “Siempre ha habido [en mi música] un contexto ingenuo, pero también oscuro y ligado a la muerte. Incluso algo como el acordeón me parecía más celta, y nada que ver con esa película. Durante un tiempo después no toqué el acordeón en absoluto, porque me parecía repugnante”. Vamos, que en su cabeza su música está muy alejada de Amélie paseando por las calles de París, y, por supuesto, de la cultura parisina.
Tampoco le hizo mucha gracia que el director de la película le cambiara el nombre a sus canciones, así que aunque hizo bandas sonoras más adelante (para Goodbye, Lenin o para el documental Tabarly), se alejó del mundo de la composición para películas o series. “Para mí, componer música no es algo demasiado serio, es realmente orgánico e instintivo, y no encaja con las bandas sonoras cuando trabajas con un director que dice cosas como «me gustaría que la música fuera naranja» y otras estupideces por el estilo. Eso me vuelve loco.”
En su lugar, se centró en su carrera como músico y desde 2001 ha publicado nueve discos con canciones propias, en las que explora la electrónica y los sonidos experimentales más allá del piano.
Lo de Madrid
Este contexto yo ya lo tenía en la cabeza cuando compré la entrada para ver a Yann Tiersen. Es decir, sabía que era muy poco probable que fuera a tocar nada de Amélie. Por eso fue muy curioso comprobar cómo la gente esperaba ansiosa ese momento para sacar su móvil y grabar la canción que ha venido a escuchar, cualquiera de las dos que he comentado más arriba. Y ese momento nunca llega. De hecho, en su lugar llega este:
Imagina estar esperando el vals de Amélie y en su lugar suena esto. Te rompe todos los esquemas. Sin embargo, sus últimos discos van en esta dirección más de electrónica minimalista. Ojo, porque no se olvida de las composiciones a piano y, de hecho, la otra mitad del concierto se la pasó tocando un piano de cola, con piezas que sí tienen más cosas en común con Amélie, pero ninguna es la de Amélie. Ejemplo, “Porz Goret”, de su disco EUSA (2016):
No se ve bien en ninguno de los dos vídeos pero Yann también va descalzo. Y es que algo de lo que también reniega es de la manera tradicional de viajar para dar conciertos, que suele implicar autobuses de gira, hoteles en cada ciudad, aviones, etc. En su lugar, decidió viajar en su barco hasta Menorca, primera cita de su periplo por España en octubre. De allí se fue a Mallorca, Formentera, Ibiza, luego hasta Valencia, Murcia y Málaga, donde también tocó. Desde Málaga se pasó al coche con un límite máximo de velocidad autoimpuesto de 100 km/h para llegar a Sevilla. “Se puede viajar un poco más lento, no pasa nada”, nos decía al principio del concierto. “Lo disfruto más y también es más sostenible”, concluía.
¿Es una buena decisión que el compositor de Amélie no toque nada de Amélie en un concierto?
Y he aquí el debate. Por suerte o por desgracia, todos los artistas reconocidos tienen una canción o un disco que les da la fama, y siempre serán asociados por el público a esa música. Piensa en cualquier grupo o solista que te guste y en su hit más conocido. Son esos temas populares los que van a hacer que la gente vaya a sus conciertos, que les contraten para festivales o que simplemente haya interés en sus próximos trabajos.
Por eso, desde un punto de vista, lo que hizo Tiersen el otro día (y en el resto de su gira) es un suicidio de cara al público. Cuando no tocas nada de lo que te hizo famoso en un concierto corres el riesgo de decepcionar y mucho al personal. Y si quieres seguir viviendo de tu música, vas a seguir necesitando que la gente venga a tus conciertos. Si Yann vuelve el año que viene a Madrid, estoy bastante seguro de que habrá mucha gente que no quiera repetir porque no tocó nada de Amélie.
Sin embargo, lo importante para mí es que Yann está apostando por sí mismo. Está luchando por no ser recordado solo por Amélie, sino por un músico que va mucho más allá. Es un artista capaz de tocar piezas maravillosas de piano y también de montar una rave con sus sintetizadores analógicos. Es un ejercicio de honestidad y de personalidad muy potente, tanto como los principios que le hacen viajar en barco o huir de convencionalismos (como ir descalzo, con gorra y camisa de manga corta para tocar música de cámara frente a un piano de cola).
Al final, la gente que se quede tras ver el concierto de Madrid y que quiera volver es la que le interesa a Yann. Puede que sea una cantidad de público más pequeña, pero al menos estará haciendo lo que le gusta. Y creo que eso siempre es una buena decisión. Es cierto que él puede permitirse hacer esta elección, pero también hay que atreverse.
¿Qué te parece a ti?
Esta semana no me ha dado tiempo a recopilar las novedades de música, cine y TV, así que paso directamente a las recomendaciones que ver y escuchar :)
Estrenos que ver y escuchar
📺 La última noche en Tremor (Netflix, 25 de octubre). Nueva serie original española que cuenta la historia de un compositor de bandas sonoras que viaja a la costa para encontrar inspiración. Allí empieza a tener unas visiones muy chungas. Tráiler.
🍿 Venom: El Último Baile (cines, 25 de octubre). El cierre de la trilogía de Tom Hardy como Venom llega con unas críticas dispares, pero con una banda sonora con temazos. Tráiler.
🎵 Florence + the Machine - Symphony of Lungs (25 de octubre). Nuevo disco en directo de “Florencia y el maquinote” junto a una orquesta desde el Royal Albert Hall de Londres para conmemorar el 15 aniversario del debut de la artista. Una gozada. Escuchar en streaming.
Hasta aquí la edición de hoy. Si te ha gustado, dale a Me gusta y comparte sin temor.
Gracias por estar ahí un día más.
Pues me parece perfecto que no tocara nada de Amelie, hay cosas que hay que superar. Y Tiersen es MUUUCHO más.
Buena reflexión
Muchos compositores y cantantes revelan que, según qué temas, les cuesta interpretarlos en vivo porque están hastiados de repetirlos o porque buscan que no se les identifique sobre todo por ellos: Estopa, Calamaro, Dani Martín... No lo veo una estrategia inteligente porque muchos seguidores, precisamente, acuden casi con el único propósito de escucharlos de nuevo. Propuesta friki: ¿y si se avisa de ello antes de la puesta a la venta de las entradas?