Nadie escuchó a los Beatles en el que fue el primer concierto en un estadio de la historia
La pesadilla del sonido en los estadios se remonta a 1965.
¡Hola! Si alguna vez has tenido una mala experiencia yendo a un concierto en un estadio, no estás solo/a. Estos recintos mastodónticos están hechos para deportes como el fútbol o el béisbol, pero no para albergar conciertos, por lo que el sonido suele ser regular cuando no directamente malo.
Por si te sirve de consuelo, 55.600 personas fueron al primer concierto en un estadio de la historia en 1965, el de los Beatles en el Shea Stadium de Nueva York. Aunque John, Paul, Ringo y George empezaron la actuación con “Twist and Shout”, nadie en el público lo supo. ¿Te imaginas por qué?
Era 15 de agosto de 1965 y nunca antes ningún grupo o artista había tocando delante de tanta gente en directo. Y eso que ya había grandes estrellas como Elvis Presley o Sinatra, pero lo normal era tocar en teatros o recintos de no más de 3.500 personas.
Los Beatles habían empezado a subir el listón con conciertos mucho más multitudinarios, de hasta 17.000 personas. Sin embargo, cuando su manager Brian Epstein les propuso hacer un concierto en el Shea Stadium, con aforo para 56.000 personas, muchos se echaron las manos a la cabeza. Los propios Beatles estuvieron muy nerviosos porque temían por su seguridad.
La Beatlemanía era tan exagerada que tuvieron que aterrizar en helicóptero en el edificio de la Expo de 1964 de Nueva York, y desde allí les llevaron en camiones blindados hasta el estadio.
Este vídeo resume muy bien la locura:
El griterío era tan alto que hay estudios que dicen que todas esas voces juntas llegaron a los 131.35 decibelios. Eso es más alto que un avión Jumbo despegando, que llega a los 120 decibelios. El umbral del dolor para nosotros, los humanos, está entre los 120 y los 140 dB, es decir, todo lo que esté en ese rango nos hace daño a los oídos.
Para que se escuchara algo del concierto de los Beatles su música debería aproximarse a esos 131 decibelios, pero la tecnología de la época no daba para tanto. De hecho, ellos estaban acostumbrados a tocar con amplificadores de 30 watios (una ridiculez en comparación con el griterío) y como algo megaexcepcional les fabricaron a medida amplis de 100 watios para esta ocasión. [Nota: un ampli es el “altavoz” donde se enchufan las guitarras eléctricas y el bajo para sonar].
Este combo de amplis era algo impresionante en la época:
Pero no fue suficiente. ¿Por qué? Visualiza ese ampli y ahora mira esta foto:
El escenario estaba justo donde pongo su foto. Ahora imagina todas esas gradas llenas de gente gritando frente a los 100W de los amplis de los Beatles. Ridículo, ¿verdad?
¿Pero por qué no se conectaron al sistema de megafonía del estadio? Porque el retardo o delay lo habría hecho imposible. Entre que tocas o cantas y llega el sonido había una latencia insalvable. Habría sido una locura para todos.
En su lugar, lo que hicieron fue montar algunas columnas de altavoces apuntando hacia el público que reproducían básicamente las voces de los Beatles. Es decir, ni la batería ni las guitarras ni el bajo tenían una mínima potencia para que se escucharan entre la gente. Quizá se intuyó alguna línea de voz en las primeras filas, pero eso es todo.
De todas maneras, Ringo Starr confesó: “Nunca tuve la sensación de que la gente viniera a escucharnos, sino a vernos.”. Seguramente tenía razón.
Un año después el grupo volvió al mismo estadio y contrató a uno de los mejores técnicos de sonido de la época, Bill Hanley, quien poco después sonorizó el festival de Woodstock. Bill era un genio y preparó un sistema de sonido mucho mejor y más completo. Entre eso y que fue menos gente (porque meses antes John Lennon dijo que los Beatles eran más populares que Jesucristo y ya sabemos lo sentidos que son para la religión en Estados Unidos), el concierto de los Beatles del 66 fue otro cantar, nunca mejor dicho.
Otra lectura interesante de esto es que sin los Beatles los conciertos de estadio quizá habrían tardado mucho más en evolucionar técnicamente para que al menos las voces de la gente no taparan a los músicos tocando.
Desde luego, la música no sería lo mismo sin ellos, literalmente.
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Al parecer, los fans de Taylor Swift alquilan Samsung Galaxy S23 Ultra por su zoom de 10 aumentos, que les viene genial para grabar y hacer fotos a su querida Taylor en los conciertos. En el resto de sus vidas siguen con iPhone.
HBO empezará a retransmitir partidos de la NBA en Estados Unidos. No sabemos si lo hará en algún país más, pero los deportes en vivo han sido siempre hueso duro para las plataformas de streaming (porque los derechos son muy caros).
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Estrenos y nuevos discos
📺 Sex Education (21 septiembre, Netflix). Cuarta y última temporada de esta magnífica serie de Netflix. Tráiler.
Banda sonora de Sex Education (está fenomenal).
📺 The Continental (22 septiembre, Amazon Prime Video). Si te gusta John Wick, The Continental es una serie basada en el famoso hotel que aparece en todas las películas. Tráiler.
Banda sonora de The Continental (sale Black Sabbath, así que todo bien).
🎵 Kylie Minogue - Tension. La cantante australiana vuelve con su 16º disco de estudio, el primero desde 2020. Spotify.
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¡Hasta la próxima!
Arde Bogotá son cartageneros no confundir con murcianos por favor