Hay algo peor que las entradas VIP en los conciertos: las tarifas dinámicas
Puedes llegar a pagar hasta dos veces más por una entrada estándar y sin ningún beneficio extra.
Muy buenas, ¿cómo estáis? Por aquí ya de vuelta tras el paréntesis del domingo pasado, que no hubo entrega porque he estado unos días ko. Y hablando de estar ko, puede que te hayas quedado con la cara torcida al intentar comprar entradas para alguno de los muchos conciertos multitudinarios que va a haber este 2023.
Por eso, hoy vamos a hablar de las famosas entradas VIP, pero también de algo infame: las tarifas dinámicas.
El de los conciertos es un negocio que siempre ha movido mucho dinero, sobre todo con las grandes estrellas de la música. En 2022, por ejemplo, Bad Bunny fue el artista que más dinero ingresó por sus conciertos en todo el mundo. Con unos ingresos estimados de 6 millones de dólares por actuación, de los cuales se calcula que él se queda entre medio millón y un millón de dólares por show, el amigo Benito sabe cómo rentabilizar sus canciones en vivo.
¿Dónde van a parar los ingresos restantes? Desde el alquiler del recinto (un estadio no es barato), pasando por todo el personal logístico, técnico, promocional, músicos, transporte, hoteles, comidas… hasta llegar a los promotores, que son los auténticos reyes aunque con sus riesgos, básicamente porque ellos ponen la pasta. Si la cosa sale bien, genial, pero si no… mal asunto para sus bolsillos.
Live Nation es la mayor promotora de conciertos del mundo y en 2022 logró ganar un 45% más que en 2019, que es el último año de referencia que se toma por ser justo antes de la pandemia. En total, se embolsaron casi 17.000 millones de dólares. La línea de negocios de los conciertos es su principal fuente de ganancias, y el año pasado organizaron 43.000 conciertos con más de 121 millones de asistentes. Además, son los dueños de Ticketmaster, la principal red de venta de entradas del mundo. Se marcan un Juan Palomo en toda regla. Quédate con esto en la cabeza porque es importante para lo que viene a continuación.
El negocio detrás de tener muchas ganas de ir a un concierto
Está claro que el aspecto que más ha influenciado para que los estadios volvieran a estar llenos para ver a grupos en directo es que… la gente tenía muchas ganas acumuladas. ¿Ninguna sorpresa, no?
Aquí es donde entra en juego la famosa ley de la oferta y la demanda. Si Coldplay no hubiera agotado en cuestión de minutos las entradas para sus dos conciertos de Barcelona de 2023, nunca habrían anunciado otros dos nuevos. O como Harry Styles, que llenó 15 noches consecutivas el Madison Square Garden de Nueva York el año pasado.
Si eres fan de una megaestrella de la música, las estadísticas dicen que te va a resultar más difícil comprar una entrada porque va a haber miles de fans que quieren lo mismo que tú simultáneamente. En el caso de Coldplay en Barcelona, por ejemplo, hubo fans que se encontraron con 500.000 personas por delante en la cola virtual.
Desde varios puntos de vista, es lógico que existan entradas VIP. Se han ido haciendo más comunes tanto en conciertos como en festivales, y suelen ofrecer ventajas como un área reservada delante del escenario, acceso a baños propios, no tener que hacer cola, cátering, merchandising exclusivo… Por eso es también normal que cuesten mucho más que una entrada estándar.
Lo gracioso es cuando llegan grupos como Lori Meyers o Love Of Lesbian, que se patean todos los festivales nacionales todos los veranos, y que se les ocurre poner entradas VIP para sus conciertos propios en ciudades como Madrid. A ver, son bandas que mueven gente, pero si estás hasta en la sopa no te intentes aprovechar de los fans que encima te siguen a tus conciertos grandes, ¿no? Hay que decir que Lori Meyers rectificó, aunque mi punto en este caso es que muchas veces son los propios grupos y promotoras quienes estiran demasiado el chicle y abusan de la paciencia de los seguidores que, con toda la razón del mundo, pueden cansarse algún día si no los cuidas.
Pero bueno, aceptamos pulpo como animal de compañía y asumimos que las entradas VIP están aquí para quedarse y que si eres el seguidor number one de un grupo y te quieres gastar el dinero en todos los extras que te ofrezcan, pues vale. ¿Pero y lo de venta dinámica qué?
La trampa de la venta dinámica
Una de las mayores perversiones de la oferta y la demanda son las tarifas dinámicas. Por ejemplo, a Uber se le ocurrió que cuando hay alta demanda por recurrir a uno de sus conductores, te cobran mucho más. Yo he llegado a pagar hasta tres veces más por esta tarifa dinámica. Otro ejemplo típico de precios dinámicos son los billetes de avión.
Pues bien, también han llegado a las entradas de conciertos. Live Nation es precisamente una de las impulsoras de lo que llaman “entradas Platinum”, un eufemismo para referirse a la tarifa dinámica. Con la excusa de evitar la reventa, suben el precio de entradas estándar una barbaridad si ven que hay mucha demanda. Y no te ofrecen nada más, eh, por mucho que el nombre Platinum resuene genial en sus cabezas.
Caso práctico: Madonna anuncia concierto en Barcelona y la gente se vuelve loca por ir. Las Platinum hicieron acto de aparición y se llegaron a ver entradas estándar por el doble de su valor original. Lo mismo sucedió con el concierto de Beyoncé en Barcelona.
Me parece lamentable porque en el fondo esto pone muchas trabas para que la gente tenga acceso a la cultura. Con la que está cayendo ir a un concierto es cada vez más caro y es una pena. ¿Qué haría yo? Para empezar, no comprar entradas Platinum nunca. Sin demanda no hay oferta. Luego pondría en práctica lo que le dice el cantante de The 1975 a los propios grupos: “si quieres hacer meet & greet, pídeles el dinero a los fans. En el momento. Cógeles el dinero. No metas a una discográfica, a una compañía por medio. Cógeles tú el dinero. Es p*to desagradable”.
Y, por último, échale un vistazo al garito que tienes a dos calles de tu casa, mira si hay algún concierto programado y anímate a ir. Seguramente sea hasta gratis y hay grupos tocando para salas casi vacías todos los días.
¿Cómo lo ves?
Qué ha pasado esta semana en música, cine y series
Amazon presenta la segunda serie más cara de la historia tras Los Anillos de Poder. Se llama Citadel y será una creación de los hermanos Russo (Vengadores: Endgame). Es un thriller de ciencia ficción y se estrenará en Prime Video el 23 de abril. En total, tiene 6 episodios y ha costado más de 250 millones de dólares. Calderilla.
Murió Steve Mackey, bajista de Pulp, a los 57 años. Llevaba tres meses en el hospital y no iba a participar en la gira de reunión que hará el grupo este año.
El cartel del Mad Cool 2023 queda cerrado con la incorporación de Mumford & Sons, The Offspring y 46 artistas más. ¿Qué os parece?
Warner quiere hacer de El Señor de los Anillos una franquicia al estilo de Star Wars. Habrá nuevas películas y quieren involucrar a Peter Jackson, que es a quien muchos fans echaron de menos en la serie. Amazon, por cierto, dice que hay hueco tanto para su serie como para nuevas películas. Si Peter Jackson está en las nuevas pelis y no en la serie, ya veremos qué es lo que pasa, Amazon.
Ed Sheeran publicará su nuevo disco, Substract (o “-”, que es el símbolo de restar de toda la vida), el 5 de mayo. “Por primera vez no estoy intentando hacer un disco que le guste a la gente”, dice. Y añade que lo escribió tras la muerte de su mejor amigo y el cáncer que le detectaron a su mujer estando embarazada. Con estos dramas Álex Ubago tendría para unos 30 discos.
Bunbury estrenó “Invulnerables”, adelanto de su nuevo álbum y, como dicen los compañeros de Hipersónica, suena como cualquier otro grupo de Inditex. Además, confirmó que sus problemas de salud para cantar eran debidos a un químico presente en el humo de los escenarios, lo que abre la puerta a que vuelva a dar conciertos (sin humo, claro).
La cantante Lizzo hizo una versión de “Du Hast” de Rammstein en su concierto del pasado 28 de febrero en Berlín. Yo le quitaría el Grammy por esto.
Ya está disponible SkyShowtime: catálogo prometido, buena interfaz y algunas carencias a nivel técnico (no tiene 4K, usa el códec H264 en vez del mejor H265). Puedes suscribirte por 2,99 € al mes para siempre, aunque la oferta es solo hasta el 25 de abril y solo funciona desde la web, no desde la app móvil.
Extreme lanzó su primer single en 15 años, “Rise” e incluye un solazo de guitarra de Nuno Bettencourt que merece la pena escuchar. (Nota: sí, el grupo tiene más canciones aparte de la balada “More Than Words”).
En el apartado de culebrón del metal patrio: ya sabemos quién es el nuevo cantante de Avalanch. Se llama José Pardial y tiene tremendo vozarrón. Gran fichaje de Rionda. Habrá nuevo disco en breve.
En homenaje a Pulp
Cuando alguien de la música se va, siempre el mejor homenaje es escuchar su legado. “Common People” es uno de los hits de la banda de Jarvis Cocker.